7 Comentarios
mar 5Gustado por Alex Pares

Alex, una vez más, me ha encantado el artículo: práctico y útil.

Me ha llamado la atención lo de bajar tus expectativas al 30% de lo que esperas, creo que es una buena muy pregunta qué hacerse ante prácticamente cualquier situación. De hecho, voy a empezar a aplicarla a partir de ahora🙃

Otra microhábito que mencionas que me ha llamado la atención es que dediques tus primeros 90 minutos del día a trabajar (generalmente en el ordenador, imagino). No te afecta al resto de tu día? Me genera curiosidad porque en mi caso, sí necesito empezar mi día con algo que baje la intensidad de mi mente, ya sea yoga o meditar o escribir, podría no hacerlo y lanzarme a currar pero noto que el resto de mi día se me hace más agitado si lo comienzo trabajando. Como digo, pura curiosidad!

Un abrazo!

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Gracias por tu comentario Julia. Me alegro que te haya gustado y de que pongas en práctica el de rebajar las expectativas 😊 ya me dirás qué tal!

Sobre el de los 90 minutos, sé que es un poco controvertido, pero esto demuestra que cada uno tiene que explorar y ver qué hábitos le funcionan mejor.

Sobre si afecta a mi día no creo que haya una respuesta definitiva, pero te dejo las tres razones por las que creo que impacta positivamente:

1. Por un lado, invertir mi tiempo de la forma más óptima: en términos de productividad una hora de la mañana equivale a 2 horas de la tarde porque no tengo tanta fatiga decisional y mantengo un mejor nivel de energía. Aclaro que no lo hago para trabajar más, sino para trabajar menos. Acabo también más temprano y disfruto de más horas de ocio por la tarde.

2. Por otro lado, a las 7:30 ya he solucionado mi tarea más importante. Personalmente, la satisfacción y la sensación de control que me genera esto marca el ánimo del resto del día.

3. Finalmente, aunque he probado comenzar el día con una actividad más "lúdica" o de bajo rendimiento (y desconectado de todos los dispositivos) como salir a pasear por la naturaleza o meditar, para mí el beneficio no era tan tangible. Puedo entender racionalmente por qué es beneficioso, pero no lo noto reflejado en mi estado de ánimo.

De modo que apuesto por hacerlo así y puedo decir que es el que me ha generado un impacto más positivo (con cero esfuerzo). Pero como decía antes, cada uno tiene que ver qué le funciona.

Gracias una vez más por leer. Disfruta de tus viajes 😉 Nos leemos pronto.

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mar 8Gustado por Alex Pares

Gracias Alex por compartirme tu proceso. Como bien dices, si te funciona, te funciona y no hay que cuestionarse más. De hecho, leyéndote recordé que es algo que llegué a implementar eventualmente hace años cuando vivía en Ámsterdam. Hacía esas tareas pesadas - como los emails más densos - a primera hora, aún dormida y luego salía a correr y empezaba así mi día. Como bien describe, te deja una sensación de espacio en el resto de tu día y no tener que darle más vueltas que es lo que normalmente más energía nos chupa.

Un abrazo, nos leemos🤗🤗🤗

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mar 2Gustado por Alex Pares

Súper pragmatismo y eficiencia!

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Exacto! :)

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Excelente artículo, Alex.

En el pasado he llegado a ese nivel de control de mis hábitos que me llegó a abrumar de tal manera que me jugó en contra. ¿Cómo haces para que ese "tracking" no te abrume?

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mar 5·editado mar 5Autor

Es muy buena pregunta. Te respondo por partes:

1. Lo más importante ha sido la paciencia. Aunque pueda parecer que tengo muchos hábitos, los he ido añadiendo poco a poco. Comencé hace 7 años únicamente haciendo ejercicio cada mañana y he ido sumando dos o tres cada año. De modo que cuando añado un hábito tengo los anteriores muy interiorizados. Esto me ayuda a no sentirme abrumado.

2. Monitorizar es una forma de recordarme qué espero hoy de mí, es decir, mantener mejor el foco en lo importante y relativizar los problemas puntuales. Esto no solo no me estresa sino que me da tranquilidad. Hay muchas cosas que pueden ir mal durante el día, pero si cumples con los hábitos sabes que estás en la dirección correcta. Es una forma de evaluación interna.

3. Finalmente, como comento, monitorizo para asegurar que cumplo el 85%. Esto quiere decir que hay días que fallo en casi todos los hábitos, y aún así estoy tranquilo. Si no hiciera este seguimiento no tendría la tranquilidad de saber que aunque falle todo sigue bajo control.

Gracias por comentar, Christopher. Nos leemos.

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